sábado, 14 de enero de 2012

Cómo atacar el problema "invisible" de la economía española

Última actualización: Miércoles, 11 de enero de 2012
billetes de euro
El plan del nuevo gobierno aspira a recaudar 8.171 millones de euros este año.
La economía sumergida representa entre el 20% y el 25% de la economía real de España. El nuevo gobierno de Mariano Rajoy planteó la creación de un nuevo plan de lucha contra el fraude fiscal que incluye como medida más novedosa la limitación del pago en efectivo.
Tras una década a la baja, la crisis financiera internacional de 2008 espoleó la economía sumergida de España, solo superada por la italiana y la griega dentro de la eurozona.
Este problema es, según los expertos, un círculo vicioso.
Por un lado, la crisis fomenta el incremento de actividades económicas no declaradas.
Por otro, en la medida en que el Estado no recibe impuestos procedentes de ellas, la economía sumergida contribuye a agravar la crisis. Pero, ¿cuáles son las causas de esta situación? Y, ¿cómo pretende atajarla el nuevo gobierno?
"Se debe a una combinación de razones entre las que destacan la menor conciencia fiscal por parte de la sociedad, una administración inferior a la de otros lugares y episodios de corrupción que han deslegitimado la recaudación de impuestos", señala a BBC Mundo Francisco de la Torre, portavoz de la Organización Profesional de Inspectores de Hacienda del Estado.
El gobierno anunció la semana pasada la implementación de un plan especial de lucha contra el fraude fiscal que aspira a recaudar este año casi US$10.500 millones, cifra menos ambiciosa a la que se aprobó en marzo del pasado año.
El ejecutivo asegura que se aumentarán las inspecciones de trabajo y de Seguridad Social en los sectores en los que abunda el dinero negro, tales como la hostelería o la construcción, utilizando los datos de consumo eléctrico o el rastro de las tarjetas de crédito para perseguir actividades sumergidas y que además se intensificará la colaboración con las comunidades autónomas.
Sin embargo, el problema no se reducirá hasta que exista "voluntad política y medios, en este orden", según Ricardo García Zaldíbar, presidente de ATTAC en España, una organización internacional que persigue la regulación de los mercados financieros y que mantiene un estrecho contacto con el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) para denunciar esta falta de medios y proponer medidas a la administración pública.
"El 10% de la economía sumergida equivale a los últimos recortes sociales, pero parece más sencillo subir impuestos a los trabajadores que se no se pueden escapar de la recaudación", apunta García Zaldíbar.

Emulando a Italia y Francia

"El efectivo siempre es menos transparente así que limitarlo va a ayudar sin duda a luchar contra este delito."
Francisco de la Torre, portavoz de los Inspectores de Hacienda
Pero la medida más novedosa impulsada por el gobierno es la limitación del pago de efectivo, tomado de la experiencia de Italia y Francia y que se llevaba tiempo reclamando desde el Ministerio de Hacienda.
El programa del Partido Popular, al que pertenece el presidente Mariano Rajoy, no recogía esta propuesta en concreto, sino que hablaba de la lucha contra el fraude centrándose en los focos de fraude fiscal y reforzando medios y estrategias contra estas prácticas.
Según los cálculos de Gestha y ATTAC, de esta manera aflorarían casi US$33.240 millones al año. Con 5 millones de parados, los billetes de 500 euros (US$640) suponen el 73% del efectivo en circulación, según el Banco de España.
"No va a acabar con el fraude pero por lo menos lo va a dificultar", dice García Zaldíbar, quien lamenta que la medida no se haya tomado antes.
Por su parte, De la Torre coincide en que "el efectivo siempre es menos transparente así que limitarlo va a ayudar sin duda a luchar contra este delito", algo que es "absolutamente imprescindible no sólo para conseguir recursos públicos sino para legitimar la recaudación".

El efectivo, bajo el colchón

Susto en el convento

La costumbre de acumular dinero en efectivo puede llevar a situaciones incómodas.
Un ejemplo reciente fue el de las monjas del convento de Santa Lucía de Zaragoza, para quienes el sobresalto del robo en su congregación el pasado mes de marzo fue doble: por una parte les sustrajeron casi dos millones de dólares y por la otra se tuvieron que enfrentar a la administración pública, que trató de averiguar de dónde había salido esa sospechosa cantidad guardada en bolsas de basura en un armario.
Los ahorros de cuatro décadas por la encuadernación de libros y la venta de cuadros de una de las religiosas fueron las actividades que sostenían sus beneficios y ellas alegaron que se encontraban al día con sus obligaciones fiscales.
La limitación de pagos en efectivo hace que las entidades bancarias controlen una mayor cantidad de dinero y dificulten las operaciones a quienes no confían en ellas.
Cerca de un millón de españoles guarda, literalmente, dinero bajo el colchón.
Según un estudio de Wincor Nixford (una empresa dedicada a mejorar procesos en diferentes negocios), más de la mitad de los encuestados tiene dinero en efectivo de reserva en casa, si bien las cantidades son pequeñas: uno de cada cinco guarda menos de Us$250 y tan solo el 2% se reserva más de US$1.280.
Conservar en metálico todo el dinero ganado lícitamente y declarado no es ilegal por lo que, aunque los inspectores de hacienda puedan abrir una investigación por tratarse de uno de los indicios más fiables para localizar el dinero negro, los que optan por los escondites caseros pueden respirar tranquilos.

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